ATALANTA Y MELANEON

Muy a menudo, Afrodita utuilizaba sus encantos amorosos para
ayudar a los jovenes enamorados. Por ejemplo, ayudó a
juntar lo que parecia ser algo imposible, la unión entre
la virgen cazadora Atalanta y Melaneon. Atalanta obligaba a sus
admiradores a que corrieran delante de ella; matándolos
si lograba alcanzarlos. Pero cualquiera que pudiera eludirla se
convertía en pretendiente de casamiento. Melaneon
corrió mientras cargaba manzanas doradas, un regalo de
Afrodita, dejándolas caer a medida que corria. Atalanta
no pudo resistir recogerlas y perdió la carrera
conquistando así el amor de Melaneon.
